Los gases intestinales son el resultado del propio proceso de digestión. Sin embargo, una acumulación de estos puede resultar bastante molesta. Para evitar situaciones incómodas o embarazosas, es posible aplicar distintas soluciones. En este post te damos las claves del mejor remedio para los gases y te proporcionamos consejos de utilidad.
Cómo distinguir los gases de otros fenómenos
Las flatulencias son muy usuales, pero hay quienes no saben que las padecen. En sí, tienden a confundirse con simples molestias estomacales o problemas de digestión. Por ello, es primordial que aprendamos a distinguirlas para ponerles solución lo antes posible.
Se manifiestan mediante eructos continuos
El primer síntoma de sufrir este problema es la presencia de eructos continuos. Esto sucede, sobre todo, después de las comidas más pesadas y de la ingesta de alcohol. Es importante no confundirlos con los provocados por la acidez estomacal, los cuales suelen venir acompañados de una sensación desagradable en el estómago y el esófago.
Calambres molestos en el abdomen
En la mayoría de los casos, los gases están presentes con mayor intensidad durante la digestión. En sí, no son perjudiciales, sino que resultan necesarios para sintetizar ciertos nutrientes. El problema es el exceso de estos, que conduce a una acumulación en los intestinos y provoca los calambres o la sensación de nudo.
Dolor abdominal y distensión tras las comidas
Cuando sentimos la sensación de estómago hinchado, se suele deber a la acumulación de gases. Esta es la causa más frecuente, y está detrás de un aumento considerable del vientre. Por lo general, tiene carácter temporal y se acompaña de una sensación de pesadez, aunque no suele originar dolor.
Presión en el abdomen por inflamación
Con la digestión, el exceso en la generación de gases desencadena una cierta inflamación intestinal. Como consecuencia, percibimos una sensación de saciedad, incluso cuando estamos empezando a comer. Lo mejor, en estos casos, es no forzar el estómago y tratar de aliviar las acumulaciones.
Flatulencias excesivas o anormales
Las flatulencias son un proceso normal de expulsión. Lo habitual es que se produzcan entre 15 y 20 al día, por lo que superar esa cifra es un indicador de que hay una acumulación. Es común que este exceso se deba a un problema en la absorción de los carbohidratos, responsables de que se origine una mayor cantidad de dióxido de carbono.
Ruidos intestinales incómodos
Los ruidos intestinales son parte de la propia digestión, especialmente en comidas pesadas. Sin embargo, si son demasiado evidentes o recurrentes, puede deberse a una acumulación. Desde la Fundación Española del Aparato Digestivo indican que también son usuales los meteorismos (movimientos del estómago).
Qué es bueno para los gases
La clave para evitar los efectos negativos es la prevención. Sin embargo, en la mayoría de los casos no es posible actuar hasta que ya están presentes. Por tal razón, es imprescindible conocer distintos. alimentos y productos que pueden servirnos para solucionar esta circunstancia. Veamos qué es bueno para los gases.
El hinojo, un estupendo remedio para los gases
Desde hace décadas, se cocina hinojo para poner fin a estas acumulaciones. Sin duda, la experiencia demuestra que su ingesta permite liberar el estómago y descongestionar el intestino. Habitualmente, se cuece con agua o se mastica en semillas para que sus efectos se produzcan a corto plazo. Por su parte, el hinojo en estado natural (en hierba) contiene un gran potencial carminativo. Esto quiere decir que actúa directamente en el tubo digestivo para descongestionarlo. Nuestra recomendación es preparar una infusión con semillas secas y un poco de cardamomo para consumirla después de las comidas más copiosas.
Aceite de clavo después de comer
El aceite de clavo es un producto muy versátil, ya que también se emplea para las úlceras estomacales. Posee un efecto relajante que evita las tensiones, responsables de los atascos intestinales. Hemos de tener en cuenta, por otro lado, que tiene propiedades antiespasmódicas. ¿Qué significa esto? Simplemente, que evita los movimientos que desencadena el estómago como consecuencia de las acumulaciones. Por tanto, también es eficaz para combatir los dolores y calambres que puede originar esta circunstancia.
Vinagre de manzana con agua
El vinagre de manzana posee un efecto liberador de enzimas. Estas actúan en el estómago facilitando la absorción de nutrientes. En consecuencia, el colon no necesita liberar tanta cantidad para llevar a cabo sus funciones normales. Lo más adecuado es beber una cucharada junto con agua, preferentemente, antes de las comidas. Obviamente, este producto es difícil de tomar solo por su sabor extremadamente ácido. En este caso, se puede diluir en un vaso de agua caliente. Otra opción es tomar una cucharada de miel inmediatamente después. Incluso es posible añadirla directamente a la mezcla, ya que la miel es digestiva.
Tés con potencial digestivo
Si bien los propios tés pueden provocar gases, hay ciertos tipos que tienen un potencial digestivo. Entre ellos, destacan el jengibre, la menta, el anís o la manzanilla. En este sentido, algunos pueden actuar como laxante, así que conviene evitarlos, dado el caso. Lo mejor es tomar una taza cada día. Una ventaja de este remedio para los gases es que, a diferencia de lo que sucede con el vinagre, no resulta desagradable. El té se puede consumir junto con un poco de miel, que tiene potencial digestivo. Sin embargo, no es conveniente añadirle azúcar. No hemos de olvidar que los oligosacáridos producen incluso mayores flatulencias, así que lo aconsejable es mantenerlos a raya.
Menta en aceite o suplementos
Muchas personas consumen chicles de menta para aliviar el estómago, pero esto solamente provoca un aumento de los gases. La clave está en aprovechar el potencial de esta planta mediante suplementos o aceites. Respecto a la segunda opción, nuestra propuesta es ingerir una cucharada antes de las comidas. Eso sí, también hemos de valorar que puede obstaculizar la absorción del hierro.
Calor para estimular la circulación
Los gases tienden a atascarse en el intestino, y es en ese momento cuando provocan dolor. Por tal razón, es vital dejarlos que circulen libremente (no implica que salgan, aunque sería lo recomendable). Para ello, podemos colocar una manta térmica o cualquier otra fuente suave de calor sobre la barriga y mantenerla durante unos minutos.
Carbón activado en cápsulas duras
El carbón activado es un remedio para los gases de conocida eficacia, especialmente en los casos más prolongados. Sus poros permiten absorber las sustancias químicas que se encuentran en el intestino. Entre estas, las más frecuentes son el dióxido de carbono y el hidrógeno. Durante más de un siglo se ha acumulado evidencia científica que avala la eficacia del uso del carbón activado en el alivio sintomático de los gases como la aerofagia, el meteorismo o las flatulencias.
Cómo evitar los gases y sus efectos
Hay distintos consejos y hábitos que podemos poner en práctica. Lo mejor es convertirlos en un estilo de vida, especialmente si los gases suelen aparecer con cierta recurrencia. Estos pueden producirse por numerosas causas, incluso por el estrés. A continuación, explicamos las principales recomendaciones de éxito demostrado sobre cómo evitar los gases.
Reducir al máximo las bebidas con gas
Hemos de evitar los refrescos y el agua con gas, así como todas las bebidas carbonatadas en general. En este sentido, solo hay que ver sus burbujas para comprender por qué provocan un efecto tan negativo. Su consumo debe ser ocasional para la población en general, pero nulo para quienes padecen problemas de gases frecuentemente.
Llevar una vida activa
Es muy común acostarse justo después de comer y, sobre todo en nuestro país, hacer la siesta. No obstante, esto dificulta la digestión del organismo y hace que sea necesario liberar más gases. Por tal razón, lo recomendable es dar un paseo suave tras las comidas. Hay que evitar hacerlo, eso sí, en la calle durante las horas centrales del día.
Comer y beber más despacio
Cuando comemos y bebemos rápido, estamos obligando a nuestro intestino a procesar los alimentos sin pausa. Esto, a su vez, origina un estrés estomacal que no conviene para nada, ya que se traduce en digestiones pesadas. Por este motivo, es primordial hacer pequeñas pausas tras la masticación y cortar los alimentos en porciones de menor tamaño.
Llevar una dieta baja en grasas
Después dedicaremos más relevancia a la dieta, pero resulta fundamental restringir ciertos alimentos inmediatamente. Las grasas y los ultra procesados liberan más dióxido de carbono. Los azúcares, por su parte, dificultan la absorción de nutrientes y generan una mayor acumulación de gases. En estos casos, su consumo debe ser incluso menos que ocasional.
Reducir el consumo de fibra
La fibra es responsable de las flatulencias intestinales por su propio proceso de digestión. Como no se absorben, se tienden a acumular en el colon. En consecuencia, este produce dióxido de carbono e hidrógeno para eliminarlas. Por ello, debemos disminuir su ingesta, especialmente durante la noche.
Consumir estimulantes de la digestión
Todo lo anterior sirve para no dificultar la digestión, pero también hay que ayudarla. Ciertas infusiones, como el jengibre o la manzanilla, contribuyen a agilizar los procesos naturales. Por su parte, la piña o la papaya son ideales para después de comer. Esto se debe a su potencial descongestivo, que recae sobre el intestino.
Evitar las comidas demasiado efusivas
Este consejo, que es uno de los más desconocidos, puede resultar muy útil. Hablar demasiado o reírnos mientras comemos hace que pase más aire al aparato digestivo. Esto dificulta la digestión y provoca que los alimentos fermenten más rápido. Lo más recomendable es comer con tranquilidad durante las reuniones sociales si se percibe una posible acumulación.
Hidratación para cuidar del aparato digestivo
Que hay que tomar dos litros de agua al día lo sabemos todos. Sin embargo, resulta sorprendente la cantidad de efectos positivos que eso conlleva (o los negativos de no hacerlo). Si no nos hidratamos adecuadamente, las heces se endurecen y originan un mayor volumen de gases. Se debe ingerir, asimismo, un vaso de agua durante y después de las comidas. Si a pesar de todas las recomendaciones que te hemos dado, sigues teniendo con frecuencia gases intestinales acompañado de otros síntomas, como dolor de estómago o intestinal, consulta con tu médico. Lo mejor es que te realicen un examen médico para descartar una infección intestinal u otro tipo de molestia que afecte tu digestión.