Los gases pueden ser realmente molestos, sobre todo cuando se convierten en recurrentes. Por suerte, hay numerosos medios para solucionarlos y evitar que vayan a más. Sin embargo, la clave para que no afecten a la calidad de vida es prevenirlos. Hemos creado esta entrada para explicar los alimentos y bebidas que los provocan.
¿Cuáles son los alimentos que producen gases e hinchazón?
Son muchos los alimentos que producen gases e hinchazón. En caso de sufrir estos problemas, lo mejor es seguir una dieta adecuada. De acuerdo con el National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases de Estados Unidos, es vital llevar un diario de ingestas. De esta forma, podremos saber qué productos nos sientan mal. Durante la selección que hemos preparado, explicaremos también algunos sustitutos que no generan flatulencias. En otros casos, propondremos medios para reducir su consumo. Todo ello ayudará a realizar una correcta dieta para los gases.
Las legumbres por los azúcares
Todas las legumbres los ocasionan durante su proceso de digestión. Esto se debe a su alto contenido en oligosacáridos, un tipo de azúcar que el intestino delgado no puede absorber. Como consecuencia, acceden al intestino grueso sin perder su forma ni composición, y provocan la circunstancia que estamos tratando de evitar.
Dentro de este grupo, podemos incluir los siguientes:
Lo mismo sucede con otras legumbres, pero debemos prestar más atención a estas por su propia composición. Para evitar sus efectos, lo mejor es consumirlas en puré y no en su forma íntegra.
Verduras que producen gases por la fibra
Hay verduras que son muy ricas en fibra. Esto es ideal para la digestión, ya que la estimulan de manera interna. No obstante, también provocan un efecto flatulento al procesarse en el estómago. Con el tiempo,
los gases se van acumulando en el intestino y hacen más evidente el problema. Por tanto, nuestra recomendación es controlar la ingesta de ciertas verduras que producen gases como
las nombradas en esta lista:
Obviamente, no se deben eliminar de la dieta, ya que son necesarias por su aporte nutricional. Lo mejor es reducir su consumo a una o dos semanales para incrementarlo cuando se haya superado el problema.
Cereales e hidratos de carbono
Por lo general, los productos que contienen hidratos de carbono suelen provocar gases e hinchazón. Sin embargo, son los cereales los que más debemos vigilar. La clave está en su contenido en fibra e hidratos,
que les hacen expulsar flatulencias durante la digestión. Estos son los principales ejemplos de cereales que dan gases:
El arroz, por su parte, no suele dar lugar a esta circunstancia. El motivo no es su composición, ya que esta no dista demasiado del resto de cereales. Sin embargo, se consume procesado (cocido,
frecuentemente), lo que resta potencial.
Tubérculos, por su presencia de fibra
Como sucedía con las verduras que producen gases, los tubérculos los originan por ser muy ricos en fibra. La hinchazón abdominal se debe, en este caso, a la acumulación de fibra en el colon. Para restaurar
el estado normal de este, las bacterias crean dióxido de carbono, que ayuda a eliminarla gradualmente. Estos son los tubérculos que no debemos comer cuando tenemos gases:
Nuestra recomendación es reducir la ingesta de tubérculos. Son igual de importantes que las verduras, pero se puede disminuir su consumo en mayor cantidad. Por tanto, es una buena opción a corto plazo.
Los lácteos, con la edad
Sorprende que este fenómeno sea tan desconocido por la población, pero los lácteos pueden causar esta condición. La clave está en la lactasa, una enzima que sintetiza la lactosa que ingiere nuestro cuerpo. El problema es que su potencial se va mitigando con la edad, sobre todo después de los 40-50 años.
Por el motivo anterior, conviene graduar el consumo de estos derivados de la leche:
En cambio, hay otros derivados que son bastante positivos para contrarrestar las acumulaciones de gases. Los más recomendados son el kéfir o el yogur griego, que facilitan la digestión del organismo. Uno de los más desconocidos (y saludables) es el skyr, un queso batido con sabor a yogur de origen islandés.
Carnes rojas y demasiado grasas
Quizás te preguntes qué comer cuando tienes gases. Respecto a la carne, hay cuatro clases que no son flatulentas: vaca, pavo, pollo y cordero. Sería conveniente pausar el consumo de todas las demás,
especialmente las de charcutería. Por otra parte, se han de evitar las vísceras y demás elementos por su contenido en grasas.
Eso sí, es importante preparar bien las carnes para que no se conviertan en acumuladoras. La clave está en dejar a un lado las carnes fritas y las rebozadas para centrarse en las asadas y las cocidas.
Postres procesados, por su presencia de azúcar
Los postres procesados y ultraprocesados no son muy recomendables, eso lo sabemos todos. Sin embargo, pocos conocen que son responsables de las acumulaciones de grasa en un elevado porcentaje.
El problema es, nuevamente, su contenido en azúcares, que da lugar a las acumulaciones en el colon. Su amplia variedad impide clasificar los que son más negativos en este sentido. Por ello, es fundamental evitar los que contienen demasiada azúcar y grasas en forma de rellenos con crema o similares.
Condimentos y especias con sal
En este caso, resulta primordial evitar los condimentos y las especias que contengan más sal. Los más exóticos, por su parte, pueden tardar en ser procesados por nuestros organismos, así que conviene
tener cuidado. Estos son los condimentos cuyo consumo debemos moderar:
Junto con la generación de gases, se produce un proceso de inflamación. Además, el vinagre, por su
elevado grado de acidez, perjudica al estómago a la larga.
Un vistazo a las bebidas que producen gases
Junto con los alimentos que hemos visto, es esencial controlar las bebidas. Muchas de ellas ya están en nuestras listas negras, como el café o el alcohol. Sin embargo, veremos cómo hay otras que nos pueden
perjudicar. Por ello, el consejo siempre será el mismo: moderar y variar.
La leche y los batidos
Hay que tener en cuenta que la leche es necesaria para la salud, sobre todo por su contenido en calcio. Sin embargo, puede dar lugar a la hinchazón abdominal por la intolerancia a la lactosa. Incluso quienes no presentan esta condición pueden sufrirla con el paso de los años. Por ello, siempre hay que vigilar su consumo, que puede ser la causa primordial del tema que nos ocupa. Como alternativa, las leches sin lactosa parecen ser una buena opción. También podemos consumir leches vegetales, elaboradas con avena, almendra, soja o coco.
Las sopas con sal
En sí, no se trata de una bebida, pero generan más gases cuando se consumen de este modo. Los caldos con demasiado porcentaje de sal (sobre todo los de supermercados) son responsables de la hinchazón abdominal. Esto se debe a la retención de líquidos que provoca el sodio en el intestino. Lo más importante es consumirlos recién hechos y acompañarlos con un sustituto de la sal de libre elección. Después, hemos de priorizar siempre los de elaboración casera.
El café, sobre todo a ciertas horas
Consumir café tiene algunos beneficios para la salud, aunque hay que vigilar su consumo. Puede ser peligroso beber más de tres tazas al día, e incluso esta cifra puede resultar dañina para ciertas personas.
Todo depende de la tolerancia a la cafeína que se presente, la cual parece estar determinada por los genes. Los cafés más oscuros pueden dar gases, pero sus complementos habituales tampoco mejoran el problema. No hay que olvidar que tanto la leche como el azúcar aparecen en nuestra selección de principales causantes.
La cerveza y las bebidas con alcohol
Las cervezas contienen fibra y gluten en el centeno, lo que da lugar a mayores acumulaciones. Durante su proceso de elaboración, la incorporación de trigo, cebada y otros cereales aumenta su contenido en dióxido de carbono. Sucede igual con los vinos tintos y blancos, sobre todo con los más espumosos. La sidra y el champán tienen el mismo efecto, igual que las bebidas fermentadas.
Los refrescos y bebidas carbonatadas
Sin duda, los refrescos han sido identificados como el responsable más obvio de la condición que nos ocupa. Su contenido en burbujas es evidente y se contempla a simple vista, pero hay que mirar más allá. Es importante saber que los refrescos light también agravan el problema, pues contienen edulcorantes. Las bebidas carbonatadas y el agua con gas son igualmente culpables. Hay que sustituirlos por agua mineral sin gas, que debe ser la que se consuma diariamente.
¿Y las frutas que dan gases? ¿Cuáles son?
Respecto a las frutas, muchas son causantes de acumulaciones en el intestino. Por un lado, tenemos las que contienen mayor cantidad de fibra y azúcares. Por otro, están las que no se digieren igual de bien,
entre las que se encuentran las más exóticas. Conocerlas es vital para cuidar de nuestra salud.
Cítricos, por su grado de acidez
Como veíamos antes, la acidez es causante de ciertos daños en el estómago. De esta manera, hay
ciertas frutas que dan gases dentro de esta categoría:
Es básico reducir el consumo de las variedades que tengan mayor acidez. Sin embargo, debemos hacer lo mismo con las más azucaradas.
Las manzanas, por el sorbitol
El sorbitol es un tipo de azúcar responsable del dulzor de la manzana. Durante su proceso de digestión, el intestino grueso genera varios gases, como el metano o el dióxido de carbono. Lo más recomendable es evitar las que tienen una presencia más dura y sólida, o incluso consumirlas en puré.
El plátano, por la fibra
La fibra presente en los plátanos da flatulencias al no ser absorbida por el organismo. Su acumulación en el colon hace que se tenga que liberar dióxido de carbono para contrarrestarla. Pero ¿maduros o verdes? Los primeros contienen más azúcares, pero los segundos poseen un mayor porcentaje de fibra y se deben evitar.
Las uvas, por la fructosa
Las uvas contienen hasta 4 gramos de fructosa por cada 100 de fruta. Durante las primeras décadas de vida, es habitual no sentir ningún problema con su ingesta. Sin embargo, el cuerpo suele perder la capacidad de sintetizar la fructosa. Por ello, se crea una especie de intolerancia que es la desencadenante.
Los albaricoques, por el azúcar
Ciertas frutas propias del verano dan lugar a la hinchazón estomacal por su alto contenido en azúcar. Los albaricoques, por ejemplo, también contienen fibra, una combinación que desencadena un efecto negativo en el colon. Otras frutas con efecto similar pueden ser el melocotón o las nectarinas, aunque en menor medida.
Las peras, por el sorbitol
Con las peras ocurre algo similar que, con las manzanas, ya que los gases se deben a la presencia del sorbitol. Sin embargo, hay que añadir que su contenido en fibra es relativamente mayor. En este caso particular, suele ser soluble (como la pectina), pero hemos de tener cuidado. En realidad, el cuerpo no llega a absorberla por completo.
El mango, por las acumulaciones
Durante su digestión lenta, el mango suele provocar acumulaciones en el intestino. El organismo trabaja para solucionarlas, aunque su contenido en fibra requiere la liberación de gases. Incluso habría que
sumarle los efectos de la fructosa En consecuencia, estos atascos se hacen visibles en forma de hinchazón.
En definitiva, hay muchas verduras que producen gases e incluso alimentos de todo tipo. No obstante, la mayor parte de ellos son saludables, así que no debemos renunciar a su consumo. Lo más relevante es evitar los atracones y conocer ciertas intolerancias que se puedan presentar. Llevar una vida sana es más fácil si controlamos lo que comemos.